Iglesia de la Inmaculada Concepción
La Iglesia de la Inmaculada Concepción es el edificio más antiguo del municipio, fue construido a principios del siglo XVI como un inmueble de una sola nave con planta rectangular, ábside hexagonal y cubierta de madera. Tiene adosada una torre de tres niveles diferenciados por cornisas, en el más alto podemos observar la campana.
En los siglos posteriores se añadieron cuatro capillas, tres de ellas en honor a las familias nobles del municipio: los Carrillo, los Montoya y los Portillo y la última en honor a la patrona la Virgen del Rosario. Además, se añadió la sacristía y un coro alto.
Cabe destacar, que hasta el siglo XIX, el edificio también se utilizó como cementerio. El suelo se dividía en cuadrados que eran comprados por las familias para enterrar a todos sus miembros, una vez que estaban llenos, los restos más antiguos se trasladaban al Osario. Ya a mediados del siglo XX, con la realización de unas obras de mantenimiento se descubrieron numerosos restos que se trasladaron al cementerio municipal. Se cuenta que un conjunto de esos restos eran infantiles, por lo que a la plaza de la portada Norte de la Iglesia que da al Ayuntamiento se la empezó a conocer como "Plaza del Huesario"
Destaca, en esa misma portada, su belleza formal renacentista. Sus puertas fueron construidas en 1691, el arco de medio punto se estructura dentro de un rectángulo de dobles columnas, coronado por un frontón que alberga una cruz labrada.
En el interior de la Iglesia, dos grandes canceles de madera del siglo XVIII, además de las pinturas murales de la última década del siglo XX, realizadas por Alfonso Ruiz, en las que se representan a los vecinos del pueblo en escenas bíblicas. En la parte inferior del coro se puede observar un retrato de los pintores y el párroco, Don Jesús, que impulsó esta iniciativa.