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Historias de nuestra gente

En este apartado se recogerán aquellas curiosidades, anécdotas, cuentos, dichos, canciones, leyendas, saberes populares y general todas aquellas historias que formaron y forman parte de la vida de nuestros vecinos y vecinas.

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Hace varias décadas, había un sereno en el pueblo, Esteban Collado, al que conocían como Garraña.

Se dedicaba a pasear por las noches vigilando que todo estuviera en orden y avisando en caso de que pasase algo. 

Una noche se produjo un gran temporal de lluvia y viento. El sereno, desde la reja donde estaba agarrado para que no se lo llevara el agua, avisó:

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"Sereno, 12 de la noche. Noche tranquila y serena"

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Se cuenta que el viento de aquella noche hundió siete u ocho chimeneas. 

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Para los días de frío no hay nada mejor que unas almortas.

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Un dicho popular nos explica como elaborar esta receta:

"Con harina, aceite, agua y pimentón y se dejan en la lumbre hasta que hagan fullón fullón."

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Sin embargo, se dice que no se debe cocinar ni comer gachas los días en los que alguien muere en el pueblo, ya que se cree que el muerto mete el dedo en la sartén. 

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Muchos vecinos y vecinas trabajaban en las propiedades que el Marqués de Melgarejo tenía en nuestro pueblo.

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Hace ya casi un siglo, uno de estos trabajadores tiró una piedra para espantar a un pavo que estaba picando donde no debía, con tan mala suerte que mató al animal.

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El Marqués, al enterarse de lo que había pasado, le dijo: “pues habrá que llamarte matapavos”.

 

Y, así es como nació el refrán que se sigue utilizando en la actualidad: “por un pavo que maté, matapavos me llamaron”.

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Antiguamente, el día de Nochevieja, a los más pequeños se les decía que tenían que ir a esperar al Tío de las Narices a la Cuesta Colorá, porque tenía tantas narices como días tenía el año.

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Además, se les decía que debían ir con una cuchara de tela para comer los gazpachos que este hombre traía.

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Los niños y niñas ilusionados acudían a este paraje de nuestro municipio para esperar a este extraño hombre, sin pensar que era una persona con una sola nariz, ya que era el último día del año.

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